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La playa tiene cocoteros a lo largo de toda la orilla, en el paseo peatonal también está la famosa estatua de la Sirena de Itapuã. Es precisamente allí que el jueves, antes del inicio del Carnaval de Salvador, se hace la Lavagem de Itapuã; bahianas vestidas típicamente llevan potes de cerámica con flores y agua de olor que lavan la escalera de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de Itapuã.

El archipiélago de Fernando de Noronha, famoso entre los brasileños como paraíso de luna de miel, es uno de los santuarios marinos mejor conservados del Atlántico Sur. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y regulado por una normativa que limita el número de visitantes.

El cálido clima tropical, y la espectacular geografía de Rio de Janeiro rodeada de cerros y playas, invitan a disfrutar de este paraíso urbano, practicando todo tipo de deportes y actividades al aire libre. Los famosos monumentos y la majestuosa naturaleza que hacen de Rio la joya de Brasil y le han otorgado el título de Ciudad Maravillosa.

Camboriú es uno de los principales exponentes de la gastronomía regional. En Camboriú la atracción para el día son sus hermosas playas, mientras que en la noche los clubes para bailar son los protagonistas. Los boliches se concentran en su mayoría frente al mar.

En estas tierras la arena gris contrasta con las gigantes dunas de arena blanca. De fondo el mar azul con sus pequeñas jangadas (barcas de pesca) y la puesta del sol. También están sus cerros cubiertos de vegetación, burros, ovejas y otros animales que andan en libertad. Formaciones rocosas como su famosa pedra furada, el pueblito iluminado de noche con sus faroles de colores.

Sin duda alguna Maceió es una ciudad que brilla por la belleza natural que, a diferencia de muchas ciudades en donde el turismo ha pasado, aún conserva. Es realmente indescriptible pasear entre sus pantanales, los cocoteros y, por supuesto, el mar.

Sirvió como base aérea de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial debido a su posición geográfica estratégica en el «Rincón del Contiente». Atrae aproximadamente a dos millones de turistas al año por las hermosas playas del Estado de Río Grande del Norte, muchos de ellas todavía están semi-salvajes, como la Playa de Pipa y Maracajaú.

Paraty tiene aire escénico de película de piratas. A su espalda, se levantan las altas montañas cubiertas de selva, mientras que enfrente, se abre a las aguas cálidas y transparentes de la bahía. En Paraty, se halla una combinación perfecta de naturaleza con elementos culturales del período colonial combinados con otras influencias africanas y de los indígenas brasileños.

A diferencia de otros lugares en los que prevalece en su totalidad las playas y los parajes naturales, en Recife conviven la famosa playa de Boa Viagem, así como los ríos Capiberibe y Beberibe, con enormes edificios y rascacielos, que a su vez se mezclan con muchas zonas de estilo colonial, lo que con el tiempo ha derivado en que también se le conozca como la Venecia de Brasil.